Puro trámite de partido, en el que ya se sabía de antemano el desenlace.
Gatitos en el estomago del club madrileño, por la derrota de la primera vuelta y por las heridas aún abiertas de las humillaciones sufridas en los últimos años, 3-5 de Liga y 3-6 global de la Supercopa de España.

Eso explica la ya crónica hostilidad con la que es recibido nuestro Equipo en el Santiago Bernabeu. Hostilidad con gritos racistas incluídos. ¿que opinará Sergio Ramos de este asunto?. Lo del protegido Arbeloa ya se sabía también , con su habitual repertorio de codazos y coces.
Estilo Mouriño.
Y el manipulado colegiado muy torpe, porque hasta con el 2 a 0 se le veía perfectamente el plumero. La amarilla a Navas ya fue el colmo del despropósito y el descaro.

Paréntesis en la recuperación de juego y resultados, que tendrá su continuidad el próximo Viernes ante un rival propicio para seguir sumando puntos y afianzarnos en la parte media y tranquila de la tabla.