Tras lo visto en el choque liguero del pasado Domingo, se vuelve a confirmar lo ya conocido y pregonado por gran parte de la afición: La nula capacidad defensiva de un equipo, tremendamente frágil y que hace que cada balón que tiene en su poder el rival se convierta en peligro de muerte. Como nos temíamos, dos goles a favor no han sido suficientes para conseguir una victoria.

Asistimos atónitos a la incorporación de los laterales e incluso centrales a jugadas ofensivas, cosa de agradecer si la zaga se quedara resguardada, pero con la actual situación de parches y remiendos atrás no puede irse el Equipo arriba con tanta alegría, Sr Emery, porque después hay que regresar a defender.
Mención aparte merece el estado de forma de algunos de nuestros jugadores, que parece que llevan 35 partidos ligueros en las piernas. Y qué decir del crónico rosario de lesiones ??. Un sin fin de hombres en la enfermería, algo que parece surrealista y que uno ya no sabe a qué ni a quién achacar. Algo insólito.
Llegan ahora las temidas salidas en Barcelona y Valencia, nada que perder y todo a ganar, aunque con los desajustes y falta de engranaje del grupo, mucho me temo que nos vendremos con las manos vacías. Y eso equivale a seguir con sólo dos puntos en la tabla y en una posición en la tabla... que mejor ni mirarla.