Partido ramplón y vulgar el celebrado ayer en el coliseo nervionense.
Los fallos y carencias habituales, y más de lo mismo. Un único punto, bueno si miramos la tabla del grupo, pero que no aleja ni mucho menos los fantasmas que rodean al esquema de juego de nuestro Equipo.
La UEFA, nuestra UEFA, nos entretiene, pero a no ser que mejore Y MUCHO el nivel de juego, el primer cruce que tengamos con un equipo serio nos va a costar un buen disgusto. Y como saben en las eliminatorias no ha lugar a segundas oportunidades.

Y ahora la Liga. A domicilio. En Barcelona y contra tres rivales: el RCD Español, la lamentable situación en la tabla clasificatoria, y la infame "rachita" de no victorias fuera de casa, una auténtica sangría...
Quizá la última oportunidad para el técnico para enderezar la nave. Quizá la última posibilidad de demostrar a qué jugamos y el por qué de una decisión u otra. Un proyecto que puede quedar desintegrado y abocado a la búsqueda de un nuevo técnico que sirva de revulsivo.
Porque las jornadas pasan y no se ve la luz al final del camino.