Todo empezó aquí.
Tras la derrota del pasado Jueves, la afición del Sevilla Fútbol Club reaccionó como lo que es, la MEJOR AFICIÓN DEL MUNDO.
Y se hizo la conjura... JUGADORES y AFICIÓN.
Y el pasado jueves, se hizo realidad esa fé inquebrantable en nuestros colores. Y el pasado jueves algunos periodistas mediocres, parciales y pésimos profesionales, tuvieron que tragarse nuevamente ese crónico complejo de inferioridad que tienen, por la GRANDEZA de nuestro Sevilla, del Equipo que lleva el nombre de la Ciudad.

Va por ellos.