Aunque ayer se hizo lo que se debía, ganar ante un rival inferior, hubieron por momentos más sombras que luces, sobre todo en la primera parte.
Gran espesura en la creación , balón sí pero sin peligro, en bastantes fases cierta vulgaridad y juego previsible.
Hasta que salió Jose A. Reyes y apareció la Chispa, o si prefieren Magia, ese algo que lo diferencia de los demás y que se tradujo en 4 goles más en el casillero. Si el utrerano aparece a menudo como ayer las cosas serán más fáciles, pero no estaría de más recuperar sensaciones y aptitudes algo olvidadas, juego ofensivo, incisivo y sobre todo el querer morder primero y no esperar a que a uno le muerdan.
Partidos vitales los que se avecinan, de obligada victoria, porque para conseguir las metas de final de temporada, en estos campos SÓLO CABE GANAR.
Esperemos que la regularidad regrese y se quede con nosotros, y no se vea nuevamente la "otra cara" que en lugar de sumar puntos los resta, como el día del Levante.