Ganar ganar y ganar era la consigna, pero para ello hay que poner mucho mas compromiso e intensidad. Pero vayamos por partes, los problemas vienen de:
- las lesiones. Sin embargo entiendo que los profesionales que cuidan a nuestros jugadores son de total confianza.
- la planificación, con falta de coordinación (muchos gallos en el corral) y una calidad vendida pendiente de salir a relucir en muchos de los nuevos fichajes,
- del banquillo con la perdida puntual del rumbo y planteamientos mal trabajados y
- de los jugadores que simplemente no presionan para robar el balón.

Dicho esto hay que pensar en positivo y la Champions ha de ser nuestro verdadero revulsivo, la ilusión que guía el comienzo de una nueva ERA, eslogan que todos confiábamos fuese acertado, nos ha de volver a enchufar a la exigente temporada. Tele y millones cambiaran nuestro camino, pues la competición europea por excelencia ha de sacar lo mejor de nuestro equipo (como ya lo hizo) y volverá a aflorar nuestro carácter, ejemplificado en Gameiro y modificará el compromiso adquirido por Emery de defender nuestro SANTUARIO como una familia.
Desde la crítica y la exigencia de un equipo que ha venido a quedarse entre los 5 mejores de España, igual que el partido de ayer del Rayo se obtuvo un resultado ultra necesario, este miércoles presentaremos nuestra candidatura a ser definitivamente un grande.
Todos unidos, superando los 4 problemas, convirtiéndonos de nuevo en una familia bien avenida, solidaria y fuerte.
Hace 11 años el Rayo nos hubiese hasta remontado pero ya a este Sevilla, no ya a esta afición, ahora llega un Ucraniano con nombre de tapa de bar Sevillano y mete un golazo que nos da el equilibrio y nos proporciona la alegría rojiblanca que venimos viviendo intensamente.
Porque, aunque quitemos leyendas, este Sevilla grande VIENE A QUEDARSE Y HACERNOS FELICES. Viva el Sevilla, la afición y el sentimiento Sevillista que nos hace GRANDES.