Tras el glorioso partido ante la Juventus de Turín, parecía que iniciábamos una etapa donde nos íbamos a encontrar con nosotros mismos, retomando la senda de los Jueves Europeos y despidiéndonos de la Champions con grandeza. Además, el himno del Arrebato adquiría galones de himno co-oficial. Acudíamos pues al estadio, frotándonos fuertemente las palmas de las manos de puro regocijo.

Con las dudas propias del once titular del Míster, y los debates al respecto de si el polaco debía ser reservado para el derbi, arranca el partido a las 20.30 horas (una hora menos en las preciosas Islas Afortunadas). Pero el primer tiempo fue lamentable: nada de intensidad, nada de actitud y una previsibilidad absoluta en todas las acciones. El Sevilla llegó a alcanzar un inoperante 72 % de posesión en este periodo, dato que sirve para echar por tierra conclusiones derivadas de las frías estadísticas.

Con muy buen criterio, don Unai decide reservar a N’Zonzi para el próximo sábado, y se inicia el segundo tiempo con Konoplyanca en el campo, quien decididamente revoluciona el partido. No llevaba el crono ni 5 minutos marcados y ya había disparado en dos ocasiones el ucraniano con peligro. Entra además el ariete Gameiro por Vitolo, y por fin, el espíritu del Sevilla parece ser el de llevarse el partido, cuestión que a priori parece de Perogrullo pero que en el primer tiempo no se mostraba con claridad.

En una de las numerosas ocasiones que se van creando, pitan penalti claro sobre Llorente, y Gameiro mete el primer tanto. El rival se queda con 10, y por fin se encarrila el partido y se afianza en el juego el tetracampeón europeo, sonando fuertemente las palmas en Nervión. Llega el segundo gol en una buena jugada del equipo y no llegan más porque no se quiere apretar al máximo.

Finaliza el partido con arenga de la grada incluida para el partido liguero que viene, en un momento óptimo del equipo para finalizar la pésima racha fuera de casa, aunque el primer tiempo ofrecido sigue dejando dudas en el porvenir del equipo.

Hay que ser optimistas para lo que resta de temporada, empezando por el sábado que viene, y sin olvidar la Copa y nuestra Europe League, confiando en que, de una vez por todas, Emery nos lleve nuevamente a la Gloria.

¡Viva el Sevilla FC! ¡Viva la Peña Sevillista Nervión Solidario!