(Por Luis Macías)
COMO UN COHETE
En el futbol todo es opinable.
Podemos decir que si el sistema de Sampaoli es apto o no,
podemos decir que si nos falta un delantero goleador de verdad, podemos decir que si la planificación es adecuada o no. Pero hay una verdad incuestionable: el Sevilla ahora mismo es segundo en la clasificación general, cuando ya van 9 jornadas de Liga, a 1 punto sólo del Real Madrid, y por encima del todopoderoso Barcelona de Messi.
Toda critica que queramos hacerle a Sampaoli, a Monchi o al Presidente es inútil, además de inadecuada.
Este domingo le hemos ganado nada más y nada menos, que a uno de los conjuntos más potentes del panorama futbolístico actual, el Atlético de Madrid de Simeone, del que me confieso un enorme admirador. Pues llega el Sevilla del “loco� Sampaoli y le gana a este grandísimo equipo jugándole con sus mismas armas: intensidad, intensidad e intensidad.
Lo que no pudo hacer Emery en tres años y medio, llega Sampaoli y lo hace a las primeras de cambio, sin Krychowiak, sin Mbia, sin Gameiro….. con jugadores como el Mudo Vazquez, Nasri, Vietto, que son mucho menos intensos.
Pues habrá que reconocerle ya a este entrenador, que se declara un bohemio del futbol, toda su sapiencia y su capacidad de adaptación a cada partido.
Cada vez el equipo está más hecho. El sistema con tres centrales gana mucho en seguridad defensiva. Nzonzi se está erigiendo en el eje principal del equipo (cómo me recordó ayer su gol al de Kanoute en la final de Copa).
Nasri está haciendo olvidar a Banega (y mira que
parecía difícil).
Vitolo es una perforadora industrial cuando mete la directa. Sergio Rico se está encumbrando como porterazo, y ya salva muchos puntos. Sin olvidarme de los dos laterales:
Mariano es lo más parecido que yo he visto a Dani Alves desde que se fue, y Escudero está haciendo un temporadón, subiendo con calidad y defendiendo su banda con solvencia.
Podemos discutir que si falta banquillo, que si falta un delantero goleador de calidad, que si falta un pivote defensivo; pero todo eso son tonterías ahora mismo cuando ves la clasificación en Liga, y además estamos casi clasificados a la siguiente ronda en Champions, con solo jugar tres partidos.
Lo dicho, vamos como un cohete para arriba, y cuando los jugadores y el entrenador se adapten más unos a otros, el cohete se sale.