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27/11/2016

La crónica de Antonio Fernández Leal.

Cuando un equipo hace un gran esfuerzo durante un partido y al final se pierde, suele aparecer con más facilidad el cansancio en el siguiente partido que se dispute. Esa puede ser la explicación de lo que le ha pasado hoy al Sevilla.
Esta noche Sampaoli ha dispuesto un equipo similar al de la noche del pasado martes, repitiendo hasta 9 jugadores titulares.
Esto dice mucho de la confianza que tiene este entrenador en los jugadores que mejor están respondiendo a su idea, pero también abre la duda de por qué no cuenta con más jugadores en las rotaciones, sobre todo después de un gran esfuerzo en un partido en el que se jugó mucho tiempo con diez.
Se ha jugado a un ritmo muy bajo comparado con el que este equipo nos tiene acostumbrados y el Valencia, con el estilo italiano que le quiere imponer su entrenador, se encontraba muy a gusto con ese ritmo.
La presión del Valencia a la defensa del Sevilla obligaba a arriesgar demasiado el balón atrás y, al no tener la frescura ideal, se han originado muchas pérdidas que casi acaban en gol.
En ataque, solo se han visto jugadas de peligro por parte del Sevilla con balones largos a la espalda de la defensa che. En una de ellas, con control magistral de Sarabia por poco no acaba en golazo de un desdibujado y flojo Franco Vázquez.

En la segunda parte, con la entrada de Kiyotake, cambia el dibujo del Sevilla, que juega con Vitolo y Sarabia de laterales, cerrando con tres centrales que, a excepción de las pérdidas antes mencionadas, han cumplido con creces en su labor defensiva.
En un nuevo pase en largo del japonés a Vitolo, llega el primer gol del Sevilla, en centro del canario que Garay se mete en su portería, cuando Vietto ya estaba con la pierna cargada para fusilar.
Después del gol, el Sevilla se relaja y baja aun más el ritmo, sobre todo algunos jugadores concretos. Este hecho provoca que el Valencia empate el partido al estilo Sampaoli, en una jugada de mucho control a la que Franco Vázquez asiste como espectador andando y dejando que el lateral derecho, con todo el tiempo del mundo para pensar, le ponga e balón al hueco a Munir que, tras ganarle la espalda a Kraneviter, ha batido a Rico con un toque sutil.
En la grada nos temíamos lo peor ya que al equipo no se le veían fuerzas para volver a marcar, pero el balón parado nos ha vuelto a dar una victoria y, a falta de un cuarto de hora para el final, Nico Pareja ha encontrado un hueco imposible para batir a Alves.
De ahí al final el Valencia se ha volcado y el Sevilla ha encontrado muchos espacios para hacer la contra, pero el cansancio del esfuerzo del partido del martes y el mismo cansancio del partido de hoy han hecho que no se aprovechasen esos espacios.
El Valencia no se ha rendido hasta el último minuto del descuento y en ese momento Gaya se encuentra un balón solo ante Rico y éste hace la parada de la noche, .........impresionante.
Al final, el esfuerzo ha tenido un gran premio, en forma de victoria, con dos goles en dos tiros a puerta ante un equipo lleno de figuras y con un gran entrenador.
El esfuerzo con premio tendrá consecuencias muy positivas y darán confianza para seguir arriba en liga y ver el futuro mucho mejor que después de perder con la Juve.
Y una cosa muy importante es que se demuestra que el equipo tiene alma y los equipos contrarios lo saben y nos temen. Y también, que los jugadores creen en este proyecto y están convencidos del todo y nos están convenciendo a la mayoría de los sevillistas.
Viva la PS Nervion Solidario y Viva el SEVILLA FÚTBOL CLUB.

Antonio Fernández Leal

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